viernes, 23 de septiembre de 2011

La ciencia detrás de las recetas (V)



Al entrar en contacto con el mundo de la psiquiatría (a raíz de un familiar afectado), una de las cosas que más me sorprendieron fue el internamiento. Es tan habitual que hasta parece lógico; solo alguien que no está habituado a este tipo de trato puede llegar a encontrarlo absurdo.

Me explico. Intentemos ponernos en el lugar de una persona que es internada en un centro psiquiátrico: Describo un caso ficticio aunque basado en diversos casos reales.
El 'doliente' acude a la institución psiquiátrica coaccionado, pero no totalmente en contra de su voluntad. Se encuentra en una situación psíquicamente alterada. Experimenta dificultades para encajar todas sus percepciones. No le funcionan totalmente su racionalidad pero su capacidad de sufrir no está mermada en absoluto, más bien al contrario. ¿ Con qué se encuentra ?
Algunas palabras amables, seguidas de un 'chute', y se encuentra aparcado, solo, con sus procesos mentales atenuados por la medicación, pero no cambiados (como ocurre cuando uno se desahoga con un amigo). Se siente mucho menos tenso, pero también menos capaz.
Cuando puede deambular por el centro descubre que el lugar donde se encuentra confinado, con rejas en las ventanas no deja dudas: solo se puede salir si quien está de guardia te abre. También descubre que no hay espacio para la privacidad; y que se controla el uso del mínimo espacio de privacidad que proporciona el inodoro. Le sorprende lo lento que transcurre el tiempo, pero no hay nada que hacer y los pasatiempos son limitados. Entre los demás internos hay de todo. De tanto en tanto alguien suelta un grito de "quiero salir", rápidamente sofocado por los celadores. Hay quien se queda sentado en una silla, inmóvil por horas. Quien recorre el recinto arriba y abajo como una fiera enjaulada.
Algunos son expertos, han estado muchas veces aquí; no solo conocen el lugar, también han aprendido a tratar a los médicos: que cosas hay que decir y cuales hay que evitar a toda costa para salir cuanto antes. Y esta constituye la principal lección de comportamiento.

Las áreas psiquiátricas de hospital no son todas iguales. Algunas son oscuras y lúgubres, otras luminosas y alegres. Lo que tienen en común es el uso abundante de la coacción; usualmente con buenas palabras; a veces incluso con algunas personas verdaderamente amables (esto es, dignas de ser amadas). La amenaza, verbalizada o implícita, de emplear la fuerza es la forma de coacción más frecuente.

Coaccionar significa "forzar a alguien para obligarlo a que diga o ejecute algo". No digo ni pretendo que nunca en ninguna circunstancia se deba emplear ninguna forma de coacción. Bien admitimos que las fuerzas de orden público ejerzan coacción ante personas que no respetan las mínimas normas de convivencia. La cuestión es que en cuanto se emplea coacción deja de usarse seducción y persuasión, y el 'doliente' pierde confianza e implicación, y el único aprendizaje es Pavloviano. Vamos que coacción es lo contrario del empoderamiento.

A principios de la segunda mitad del siglo pasado, el sociólogo y antropólogo Erving Goffman llevó a cabo interesantes estudios sobre las "instituciones totales" (cuarteles, monasterios, hospitales psiquiátricos, cárceles, etc.), esto es, instituciones caracterizadas por:
  • Englobar todas las áreas de la vida  (trabajo, descanso, ocio, aprendizaje, relaciones sociales, etc.)
  • Comportar neta separación del exterior  (muros, barrotes, alambradas, etc.)
  • Adoptar una sola autoridad central (no un jefe de trabajo, un cabeza de familia, un presidente de la comunidad de vecinos, un monitor de juegos, etc.)
El caso es que, a pesar de las diferencias entre ellas (empezando por la voluntariedad o no del ingreso de sus 'huéspedes'), comparten notables semejanzas.
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El futuro interno llega al establecimiento con una concepción de sí mismo que ciertas disposiciones sociales estables de su medio habitual hicieron posible. Apenas entra se le despoja inmediatamente del apoyo que éstas le brindan.
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La mortificación del yo es sistemática aunque a menudo no intencionada. Se inician ciertas desviaciones radicales en su carrera moral, carrera compuesta por los cambios progresivos que ocurren en las creencias que tiene sobre sí mismo y sobre los otros significativos.
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... las instituciones totales desbaratan o violan precisamente aquellos actos que en la sociedad civil cumplen la función de demostrar al actor, en presencia de los testigos ocasionales, que tiene cierto dominio sobre su mundo -que es una persona dotada de la autodeterminación, la autonomía, y la libertad de acción propias de un adulto.
    No pudiendo conservar esta especie de competencia ejecutiva adulta, o por lo menos sus símbolos, suele invadir al interno el terror de sentirse radicalmente degradado en la escala jerárquica de las edades.
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En las prisiones y hospitales psiquiátricos, el grado de adaptación de un interno puede juzgarse con bastante certeza, averiguando si el tiempo le resulta llevadero, o si por el contrario se le hace interminable. El tiempo previsto para la reclusión -por dictamen médico o sentencia del juez- es algo que el recluso pone entre paréntesis, para someterlo a una observación constante y consciente, cuya intensidad no tiene paralelo en el mundo exterior.
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Extraído de "Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales" [Erving Goffman 1961]

Al leer a Goffman y recordar las descripciones de diferentes personas que han sido internos en las alas de psiquiatría de diversos hospitales, surge un paralelismo notable entre este tipo de instituciones y los centros de 'rehabilitación política' de la URSS.

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P.D. sigo buscando, sin éxito, datos de 'resultados' de la medicina psiquiátrica en nuestro país.

6 comentarios:

  1. Interesante entrada Pere.

    "Se encuentra en una situación psíquicamente alterada. Experimenta dificultades para encajar todas sus percepciones." El hecho es que algunas personas pensamos que la diferencia entre enfermedad mental y experiencia espiritual/trascendente/transpersonal... es la misma que hay entre un intelectual/sabio y una persona torpe u ofuscada. En planos diferentes, es la diferencia entre saber interpretar y articular los contenidos y liarse con ellos. Si no es mucho que preguntar, ¿tú que opinas? Tambien las esperiencias traspersonales se pueden interpretar como emergencias del inconsciente, y rechazar de plano la existencia de lo espiritual. Me parece perfecto, siempre que sea tolerante con aquellos que creemos que "conectamos" con otras cosas. Al fin y al cabo esto esta en todas las culturas: oráculos, chamanes, místicos, sufíes...

    "cuanto se emplea coacción deja de usarse seducción y persuasión, y el 'doliente' pierde confianza e implicación, y el único aprendizaje es Pavloviano. Vamos que coacción es lo contrario del empoderamiento." Muy bien dicho, y para dicho empoderamiento, el paciente debe saber interpretar su experiencia desde sí sismo, de acuerdo a sus creencias; debe poder elegir si psicoanálisis, psicología transpersonal, antipsiquiatría... Seguramente todas pueden tener apreciaciones valiosas, pero hay que poner el acento en unas u otras, y buscar una integración. ¿Qué piensais?

    saludos a Pere y a tod*s l*s lectores.
    Aprendamos juntos mediante el debate!

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  2. Alicia: genio y locura a menudo andan de la mano. La lista de genios que han manifestado síntomas de locura es muy larga. En línea con lo que dices, hay quien considera la esquizofrenia como una 'casi iluminación' (http://ravipisharadi.blogspot.com/2009/12/is-schizophrenia-pre-mystical-state.html?zx=355f5fe5953909bb), es decir, un intento fallido de alcanzar el cielo.
    De todos modos quiero recalcar que no se pueden meter todos los casos, todas las experiencias, en un mismo saco.
    La propia experiencia SOLO puede interpretarse desde el sí mismo, lo que es uno EN ESTE MOMENTO. Más adelante quizá lo interpretes de otra manera, quizá encuentres una manera mejor de encajar las piezas, pero de momento hay que montar el puzzle con lo que hay.
    También relacionado con esto hay un post muy interesante en los blogs que sigo titulado 'un lugar en el mundo'
    Saludos,

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  3. muchas gracias por el enlace Pere; es lo que necesitaba. aun no he terminado el artículo, pero es super bueno, y la página parece que también.

    Con respecto a que no se puede meter todo en el mismo saco, ahora mismo lo dudo. me parece que el espectro de lo esquizoide es un "ir más allá" en un contexto poco propicio. Siguiendo lo metáfora de Laing (whereas the mystics learn to swim, the schizophrenics drown), es como tirarse al agua sin saber nadar; algunos aprenden instintivamente, otros se ahogan, otros no quieren volver ya a tierra; pero están ya todos en otro medio, diferente, real. Lo que hay que hacer con esas personas es enseñarles a nadar, no secarlas rápidamente con técnicas agresivas y convencerles de que no han estado en el mar, de que el mar no existe.

    "los blogs que sigo titulado 'un lugar en el mundo'" Perdona mi torpeza, pero no sé a que blogs te refieres.

    saludos!

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  4. Alicia, respecto al post recomendado, me refería a los enlaces listados a la derecha "Blogs que leo a menudo" Aquí va el enlace http://pacotraver.wordpress.com/2011/09/22/un-lugar-en-el-mundo/

    Lo de "no se pueden meter todos los casos, todas las experiencias, en un mismo saco" quiere decir que, en mi opinión, no hay base para suponer que a todas las personas etiquetadas con el mismo diagnóstico les ocurra lo mismo. El propio DSM IV en su introducción dice "En el DSM-IV no se asume que cada categoría de trastorno mental sea una entidad separada, con límites que la diferencian de otros trastornos mentales o no mentales. Tampoco hay certeza de que todos los individuos que padezcan el mismo trastorno sean completamente iguales". Por mi parte, las personas que conozco con trastornos mentales, independientemente del diagnóstico, no me atrevería a decir que les ocurre lo mismo. Cada ser humano somos un mundo, y aunque tengamos muchas cosas en común, no se nos puede aplicar la misma receta. Quien haya dado clases a niños o jóvenes se ha dado cuenta que ni todo el mundo encuentra dificultades en las mismas cosas ni en el mismo grado ni se le motiva de la misma manera (aúnque, naturalmente, existen algunas reglas comunes).
    Aplicado a lo de la esquizofrenia como 'ilumnación fallida' puede ser una descripción acertada para algunos casos, pero no en otros. O así me lo parece.
    Saludos,

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  5. hola Pere,
    sigo con dudas. Más bien, veo que puede haber una perspectiva energético/espiritual/subconsciente en toda persona. La vida de todos tiene esa perspectiva. Desde ese punto de vista - ignorado - todo conocimiento que no contemple esa perspectiva es una "iluminación fallida". Es mi punto de vista, no pretendo ser dogmática. Yo, con las personas con esquizofrenia/trastorno esquizoefectivo que he tratado, han tenido esas percepciones (no son muchas) Todas las espiritualidades de las diferentes culturas de la tierra afirman la existencia del alma y la posible influencia de otras almas. Yo era agnóstica, hablo de mis percepciones a partir de los brotes (que yo denominaría iluminaciones conflictivas)

    Donde en el texto pone que se producen repudios de significantes, yo veo conflictos energéticos/de almas entre entes espirituales. Y hablo de mi experiencia.

    Espero no sonarte demasiado a marciana.
    saludos

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  6. Alicia, a todas las cosas les podemos aplicar diferente miradas, tomar diferentes enfoques. Mejor es, tan solo, "lo que resulta más útil"; así que la vía es ensayo y error.

    Los humanos queremos explicaciones para todo, pero a menudo nos conformamos con ponerle nombre a nuestras dudas. No es mejor creer en 'errores de neurotransmisores' que creer en 'demonios' varios. Se están diciendo muchísimas tonterías en nombre de la ciencia; afirmaciones no verificadas envueltas en vocabulario científico. Pero se dicen tantas o más aludiendo a supuestas entidades pseudo espirituales. El punto está en la verificación. La comprobación científica o la experiencia espiritual.

    Los seres vivos nos enfrentamos, inevitablemente, a conflictos. Y, ya sea de modo consciente o de modo automático, adoptamos una actitud ante ellos. Un conflicto nos puede impeler hacia adelante, si lo afrontamos y superamos; o nos puede frenar, si lo repudiamos y dejamos aparcado.

    Por otra parte, cuando hablo de "no se meter todos los casos en un mismo saco" solo quiero decir que desconfío mucho de las recetas universales, las explicaciones que lo explican todo, etc.

    Saludos,

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