lunes, 12 de noviembre de 2012

Hipnosis



Ha llovido bastante desde los tiempos de Mesmer; su 'magnetismo' yace en el baúl de los recuerdos. La hipnosis prosigue su camino entre técnica terapéutica y actividad circense. Pero la aplicación política de la psicología tal como la definió Edward Bernays en 'Propaganda' no ha cesado su desarrollo. Dado que éste es un fenómeno en el que estamos inmersos, quien tiene interés en ello encuentra múltiples ocasiones de estudio sin necesidad de ningún diván.

El sábado pasado asistí a un acto organizado por la CODPI (Coordinación por los Derechos de los Pueblos Indígenas) en el que había charlas, filmes y la presentación de una herramienta -un interesante mapa  interactivo de conflictos entre transnacionales y pueblos indígenas.

Hablaron Lolita Chávez, portavoz del "Consejo de Pueblos Kiché por la Defensa de la Vida, Madre Tierra y Naturaleza", y Jesús Alemancia, de la "Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales del Pueblo Ngäbe Buglé y Campesino". Me conmovió la simplicidad y profundidad de su comunicación, el enorme sentido de comunidad, donde ningún dolor ni gozo es exclusivamente individual. No conciben ser propietarios de tierra porque se sienten parte ella (y no están en posesión de ningún título de propiedad, cosa que sí poseen quienes los expulsaron)

Narraron, desde perspectivas ligeramente diferentes, que sus pueblos viven en las montañas porque a partir de la conquista los pueblos nativos han sido expulsados de todos los lugares que podían ser explotados por los conquistadores y sus descendientes. Y que ahora, cuando aparecen unos yankis o unos españoles aduciendo que han 'comprado' al gobierno estas tierras (para una explotación minera, o para construir un embalse) y que sus actuales ocupantes deben marcharse, éstos ya no tienen ningún otro sitio donde ir. Así que la situación es de simple supervivencia. Sobrevivir a lo que Kipling llamó 'The White Man's Burden' ('el agobio del hombre blanco'). Y se defienden con los medios a su alcance, conscientes que fracaso significa fin: no habría oportunidad para un segundo fracaso.

Acabada su exposición, en el turno de preguntas, el primero en levantar la mano es un hombre joven quien después de hacer notar el gran esfuerzo que ello le comporta, condesciende a hablar en español. Al cabo de un buen rato de hablar, los organizadores le ruegan que abrevie, pues el tiempo apremia y otros asistentes desean comentar o hacer preguntas.

¿De que habla este espontáneo? ¿Se interesa por los problemas de quienes han cruzado el Atlántico para exponer su situación?

No, aprovecha el micro para contarles a los visitantes lo terrible de la situación en su comunidad autónoma, y del agravio comparativo que sufren sus habitantes.

Me maravillo de la selectividad que puede ejercer la mente humana; selectividad para recordar algunas cosas y olvidar otras; para otorgar importancia antes a un picor propio que a un dolor ajeno; para ver el latrocinio como 'pecadillo' o como 'expolio' según la cercanía de quien lo comete.

Este forma de funcionar la mente, manteniendo conciencia sobre algunas cosas y en total ceguera para otras es, creo, la característica del hipnotizado. Quizá algún lector pueda explicarlo mejor.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Verdades científicas




Continúo dándole vueltas al Está científicamente probado que mencionaba J.L. Borges. Hoy se me ocurre ligarlo con los principios de la estafa, las técnicas psicológicas del estafador. Víctor Lustig no estudió psicología en ninguna escuela, pero fue capaz de estafar a banqueros experimentados y a vender la torre Eiffel ¡dos veces! Quizá algunas de las 'verdades' que se tienen por 'científicas' se hayan colado con los mismos métodos.

Repasemos algunos principios básicos para estafar.

1. Distracción Desviar la atención de cosas que es preferible no te fijes y centrarla en otras para despistarte. Básico para los prestidigitadores y los estafadores.
2. Conformidad social Stanley Milgram estudió como tendemos a ser obedientes cuando el que nos dice las cosas le creemos alguien con autoridad en la materia.
3. Seguir al rebaño El efecto de imitación que tiene mucha gente, hace que funcione como una masa o un rebaño, haciendo lo mismo que ven hacer a otros, creyendo lo que creen otros. Salomon Asch, realizó un estudio clásico sobre la conformidad en los años 50.
4. Jugar con el miedo de la gente En condiciones de presión la gente puede hacer cosas que normalmente no haría si cree que le beneficia o evita un mal mayor.
5. Engañar Aprovechar del hecho de que, en cualquier situación dada, la mayoría de la gente presta más atención a sus expectativas sobre lo qué sucederá que a lo que realmente sucede. Si el comportamiento del espabilado se corresponde con la situación imaginada, entonces la gente acepta lo que le dicen. Un ejemplo es el timo de unos estafadores que quiere robar mercancías en una empresa. Colocan en la puerta del almacén un cartel “La puerta de acceso está rota, para hacer las entregas llamar al número XXXX”. De esta forma los que trasportan mercancías llaman y son ayudados por los estafadores a descargar esas mercancías que van a robar.
6. Jugar con la necesidad Lamentablemente la gente cuanto más desesperada está es más fácil es de manipular. Ejemplo de esto son los timos que “ofrecen trabajos” pero hay que mandar un dinero por adelantado.
7. La presión del tiempo Un estudio clásico de cómo la gente toma decisiones bajo la presión de tiempo demuestra lo que saben los estafadores. Cuando no hay tiempo para pensar se toman decisiones precipitadas.
8. Jugar con la codicia Mejor que proponer un negocio es proponer un 'gran negocio'. Las grandes expectativas permiten disimular algunas 'irregularidades'. Y si la víctima está dispuesta a cometer una pequeña estafa -por ejemplo, al estado- esto le dificultará las posteriores reclamaciones cuando se descubra estafado.

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Hojeo escritos alrededor del "símbolo sagrado de la psiquiatría", eso que no se sabe muy bien qué es, pero sobre lo que todo el mundo se atreve a opinar. De acuerdo con la principal biblia del sector, esquizofrénico es aquel que cumple con un par de condiciones en un abanico de cinco posibilidades (un juego fácil, ¿verdad?) Debe ocurrir lo mismo que con la pornografía al magistrado norteamericano Potter Stewart: “Yo no puedo definir la pornografía, pero sé reconocerla cuando la veo”.

Hay quien niega rotundamente la utilidad de tal constructo:
'¿cumple la «esquizofrenia» los requisitos científicos establecidos para determinar la existencia de un concepto? -«fiabilidad»-; y ¿resulta útil la «esquizofrenia» para comprender alguna cosa? -«validez»'  (la respuesta a ambas preguntas es 'NO') (1)

Hay quien repasa, con cierto desánimo, la historia del concepto:
"Las teorías neuropsicológicas al uso todavía no ofrecen una explicación cabal, después de más de cien años, incluyendo la década del cerebro. Y lo que es todavía peor, ahora ni siquiera se proponen ofrecer al menos un entendimiento. Así que ni explicación ni comprensión." "..no se conoce a ciencia cierta ninguna causa ni siquiera marcador biológico de esta presunta enfermedad cerebral." (2)
   
Hay quien sigue utilizando el concepto pero, prudentemente, plantea interrogantes:
"Aunque se habla de la esquizofrenia como si fuera una entidad única, la categoría diagnóstica puede incluir una variedad de trastornos, con causas heterogéneas, síntomas clínicos variables, diversas respuestas al tratamiento y diferentes evoluciones" (3)

También hay quien manifiesta un cierto optimismo:
'Sin duda, la esquizofrenia es una enfermedad compleja tanto desde el ámbito clínico como de la investigación. Pero caeremos en un error si, al referirnos a su etiopatogenia, esgrimimos la tópica frase: “enfermedad de etiología desconocida”.'
'..actualmente sería más correcto decir “la esquizofrenia es una enfermedad cerebral de origen genético y ambiental con factores de riesgo precisos y conocidos”' (4)
   
Incluso hay quien maneja el concepto con total desenvoltura, utilizándolo como si de una realidad concreta se tratara.  Hace poco se publicó que un equipo de científicos ha descubierto cómo diagnosticar la esquizofrenia a partir de unas sencillas pruebas basadas en el movimiento de los ojos de los pacientes. El nuevo método para detectarla consigue una fiabilidad superior al 98%. Es decir, ¡consigue la detección concreta de algo inconcreto! (5)

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Si dejamos de lado qué cosa es eso de la esquizofrenia y miramos como se la trata, vemos que -con raras, honrosas y eficaces excepciones- se trata casi exclusivamente con unos fármacos llamados eufemísticamente 'antipsicóticos', aunque a veces se añaden otros tratamientos coadyuvantes. El primero de éstos fármacos fue la clorpromazina. Los sobrenombres que se ganó, 'lobotomízador químico' y 'la porra líquida', describen bastante bien sus efectos. Queda claro que una lobotomía, o la disciplina aplicada en 'contención mecánica' (otro eufemismo) pueden tranquilizar a quienes se sienten incomodados por los comportamientos extraños de alguien con un trastorno psicótico; debería quedar igualmente claro que no producen ningún bien al sujeto.

Joanna Moncrieff, en su imprescindible libro "The Myth of the Chemical Cure, A Critique of Psychiatric Drug Treatment" declara en su introducción:
"Desde los años 60 hemos vivido en una época caracterizada por la idea de que los fármacos pueden curar los problemas de lo que ahora se conoce como 'enfermedades mentales', pero que previamente se conocían como locura, insania, alienación y neurosis, entre otros términos."
    ..
"Argumentaré que no hay una delimitación real entre los tratamientos psiquiátricos de épocas anteriores con las teorías que los justificaron y nuestros actuales tratamientos con sus teorías, que la necesidad de creer en una cura para enfermedades psiquiátricas que impulsó y sostuvo la fe de la gente en la terapia del coma insulínico, la terapia electroconvulsiva, la cirugía radical (lobotomías), la terapia con hormonas sexuales y otras muchas intervenciones extrañas es el más fuerte impulso detrás del uso de los modernos medicamentos psiquiátricos. Voy a sugerir que la creencia de que los tratamientos modernos con fármacos representan curas específicas para enfermedades específicas es tan equivocada como la creencia de que inducir un coma insulínico era un tratamiento eficaz y específico para la esquizofrenia."
   
En relación con la supuesta eficacia y seguridad de la medicación a la venta, véase el “Manual para Dummies para la construcción de evidencia" de Antonio Olives.

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Siguiendo con la esquizofrenia (sea lo que sea eso), está la cuestión de sus orígenes y causas. Ahí se dispara la imaginación de los investigadores. Intento agrupar las etiologías propuestas en solo tres categorías.


Genética.
Esas teorías tienen muchos adeptos, lástima que los estudios sin post-producción (del tipo photoshop de datos) no la sostengan. Lo comenté en ese post.

Problemas de neurodesarrollo. (alteración en el desarrollo cerebral, una lesión que permanece clínicamente 'silente' hasta que el proceso de desarrollo y maduración normal 'conecta' las estructuras cerebrales afectadas por la lesión)
Esta posibilidad se sostiene mejor, al menos para algunos casos. Existen estudios que muestran correlación entre problemas en el embarazo o complicaciones obstétricas con los posteriores trastornos psiquiátricos de los hijos.

Entorno social.
No hay duda de la heredabilidad de las esquizofrenias; y el entorno juega un papel más importante que los genes, pero no está clara la manera. Se han propuesto diversos mecanismos, como las situaciones de doble vínculo, la madre esquizofrenógena, el aislamiento en la infancia, etc. Lo que sí está claro es que la pobreza (o algunas de las situaciones que comporta) y la poca integración social de los inmigrantes constituyen factores de riesgo.


¿Qué puede deducirse de esta colección de teorías?

Como dijera Karl Jaspers: Cuantas más causas son señaladas, tanto menos es nuestro conocimiento causal.

A veces priman más los intereses económicos que los intereses humanos y científicos. Se fomentan las teorías que permiten comercializar un paliativo para algo inexorablemente incurable.

A veces prima la 'corrección política' sobre la 'corrección científica'. Es más fácil culpar a un extraño que no puede defenderse, por ejemplo un virus, que a un familiar que sí puede hacerlo.

A mí personalmente me llama mucho la atención que se omita una posibilidad que me parece también natural: algún error o extravío del propio sujeto. Seguramente esto tampoco es 'políticamente correcto' pero es, precisamente, lo que intentan corregir muchos enfoques terapéuticos (psicodinámicos, cognitivos, humanistas..)

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Ante esa diversidad de opiniones y teorías, y en el caso de que -en algunos casos- hubiera engaño intencionado, es decir estafa (o quizá autoestafa), ¿como se llevaría a cabo?

Se diría algo que apacigüe a los afectados (no necesariamente quienes sufren un trastorno mental, puede ser más rentable seducir a familiares e instituciones relacionadas). Es más fácil aceptar una mentira cómoda que una verdad incómoda. Más aún si encaja con las creencias dominantes.

Así se empezó por hablar de 'una enfermedad como otra cualquiera', porque resulta más fácil de llevar, y a partir del modelo médico se adecuó lo observado con lo ideado. Como ejemplo extremo de encajar teoría con ideología está la exterminación de los pacientes psiquiátricos durante el III Reich. O, pasada la II Guerra Mundial, las lobotomias del Dr. Freeman.

Se usaría la presión de la autoridad de los expertos. Una vez convencidos o seducidos un cierto número de expertos, estos pueden ser usados para arrastrar a otros muchos. Casi nadie se acuerda ahora, pero en los años 50 una publicidad de la marca de tabaco Camel se basaba en que "Más médicos fuman Camel que cualquier otro cigarrillo". Ahora se usa lo misma técnica, pero con el antipsicótico o el antidepresivo más recientemente patentado.

Se manipularía la información de modo que el usuario y/o el prescriptor solo conozca lo positivo. Otra vez el “Manual para Dummies para la construcción de evidencia" de Antonio Olives.


De hecho ¿hay alguno de los mencionados 'ocho principios del estafador' que no haya sido usado para convencer o seducir respecto a supuestas 'verdades científicas'? Incluso se ha desarrollado grandemente la agnotología, la ciencia de esconder las verdades (respecto al cambio climático, a los intereses en las 'guerras humanitarias', a la dominación de bigpharma, etc.) Una de las tácticas empleadas es hacer crecer bosques para esconder determinados árboles. Esto es, englobar dentro de los 'antisistema' a cualquiera que simplemente ponga en duda el recto proceder de bancos y políticos. Tildar de marginal y alternativo cualquier atisbo de enfoque terapéutico que no respete los intereses de algunas grandes corporaciones.
   
En fin, ningún post va a substituir la búsqueda y la comparación, el examen responsable de la información disponible. Los mayores aliados de la ignorancia son la pereza y el conformismo.   
   
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(1) John Read en 'Modelos de Locura' por John Read, Loren R. Mosher, Richard P. Bentall.
   
(2) "Entendimiento filosófico de la esquizofrenia" por Marino PÉREZ ÁLVAREZ y José M. GARCÍA MONTES

(3) "Etiología de la esquizofrenia: interacción genes-ambiente" por J.A. Martínez, M.J. Cuesta, V. Peralta
en ANALES (Departamento de Salud del Gobierno de Navarra)

(4) "Etiología y Signos de Riesgo en la Esquizofrenia" por Jordi E. Obiols y Jordi Vicens-Vilanova

(5) Artículo en La Vanguardia y abstract en el Biological Psychiatry Journal.