He cambiado de domicilio (muy cerca de donde habitaba), y con el ajetreo del traslado y del reacomodo he soslayado una fecha importante para este blog: el pasado 28 de Enero se cumplió un año del primer post. Así que es hora de hacer balance.
Desde luego, muchas cosas han cambiado en ese tiempo pero, a decir verdad, el cambio fundamental empezó antes de iniciar el blog. Empezó el día que escribí un email que mandé a amigos y conocidos -incluso lejanos- exponiendo mi situación (un hijo diagnosticado con esquizofrenia paranoide) y buscando "interesados / afectados por la problemática de los trastornos mentales"; adjuntaba una recopilación de lo que había descubierto en relación con las esquizofrenias y otras disfunciones ("Lo que he descubierto"). Obtuve muy poca respuesta.
La mayoría de personas saben qué responder cuando les ofreces compartir un éxito o cuando les pides un hombro sobre el que llorar, pero se quedan perplejas ante una problemática que les resulta desconocida. Algunas personas cuando hablan con alguien de quien saben ha estado diagnosticado con esquizofrenia, lo hacen como quien habla a un menor o a un sub-normal. O temen quedarse a solas con tal persona 'porque nunca se sabe'.
Además, para envolver este desconocimiento del tema, se han implantado socialmente una serie de clichés. Y el modelo médico-farmacológico se ha impuesto ampliamente. Oí a un médico (de una especialidad para nada psi) pontificar sobre el diagnóstico y el pronóstico de 'la' esquizofrenia acompañándolo de un panegírico sobre los 'antipsicóticos de segunda generación' (como si fuera algo nuevo y exento de efectos secundarios). Escuché a una asistente social (sin ninguna relación con la salud mental) hablar con soltura de 'mantenerlo compensado' como quien aconseja sobre la longitud de la correa a la hora de pasear al perro. Y así otros muchos.
Albert Einstein, en una carta escrita en 1920 dirigida a su amigo Marcel Grossmann, declaraba "este mundo es una extraña casa de locos, cada cochero y cada camarero debate si la teoría de la relatividad es correcta. La creencia en esta materia depende de la afiliación política". Algo parecido ocurre ante la palabra 'esquizofrenia'. Pero es más grave: incluso especialistas psi son capaces de aferrarse a creencias y a exponerlas como si no existieran teorías alternativas científicas -o más científicas- a su modelo preferido para los trastornos mentales.
Sonreí discretamente cuando un psiquiatra imberbe pasó un check-list en 20 minutos y osó matizar un diagnóstico. Me escandalicé cuando aprendí en que consistía la labor especializada de un hospital muy reputado [consiste en ajustar la medicación a satisfacción de los familiares: suficiente para que el afectado no incordie a los vecinos, pero no tan alta como para que babee ante las visitas. Es decir, que el cliente al que se atiende es el progenitor a quien incomoda un vástago que no se comporta conforme a los cánones]. Me horroricé cuando me contaron que al vecino de unos treinta y tantos al que a veces pasean en silla de ruedas no ha sufrido ningún accidente de circulación; tan solo ha sufrido un prolongado tratamiento farmacológico (imagino que a dosis masivas) por un trastorno mental.
Visité algunas asociaciones de familiares. Me di cuenta que la mayoría no van más allá de presionar a la administración para mejorar algunos servicios y a organizarse en ayudas mutuas. Los familiares con quien hablé 'ya habían aceptado la dura verdad': nadie va a curar a tu hijo, hay que llevarlo tan bien como se pueda. Reconociendo estas actividades como loables y muy útiles, no deja de sorprenderme la adherencia de los socios al modelo médico-farmacológico imperante.
Internet, -el sistema nervioso de la tierra-, amplió mi marco. Resultó que más allá de los tópicos al uso, hay muchas más personas interesadas y ocupadas en el tema de la salud mental. Y desde muy diferentes perspectivas. Profesionales de distintas especialidades, usuarios y ex-usuarios de los servicios de salud mental, algunos familiares, y también simples curiosos o interesados. Es reconfortante descubrir que, después de todo, no son tan descabelladas las opiniones que uno se ha ido formando respecto a las formas de atender la salud mental con que se ha topado. Más importante, descubrí que existen otras psiquiatrías (quizá sería más justo decir que existen otras clases de psiquiatras).
En esa etapa leía y releía todo lo que pillaba sobre el tema. Releí a Szasz [es tan distinto cuando se vive de cerca el tema de cuando era solo algo hipotético]. Me preguntaba que pasaría efectuando el experimento de Rosenhan hoy y en este país. Examiné con asombro los resultados de Mosher con el primer Soteria. Leí y releí las conclusiones de los estudios y posteriores metaestudios del IPSS (Estudio Piloto Internacional de Esquizofrenia). Lo que encontraba realmente sorprendente era el silencio alrededor de tantos datos que contradicen la 'versión oficial'. Representó, para mí, un hallazgo "La invención de trastornos mentales" de Pérez Álvarez y González Pardo. Ya no me sorprendieron algunas de las respuestas que obtuvieron.
De forma natural, llevar un blog era el siguiente paso. Inicialmente, alternando castellano y catalán (lo que se habla en mi entorno usual). Muy pronto usando exclusivamente el español (lo que se habla en un entorno más amplio). Comentando noticias, exponiendo reflexiones, publicitando documentos que considero relevantes, etc.
Llevar un blog conlleva muchas cosas. En primer lugar, uno se obliga sacar un post de tanto en tanto; y esto implica buscar, encontrar y desarrollar un tema. Por otra parte uno se habitúa a seguir aquellos blogs que más le despiertan el interés. A destacar algunos puntos o plantear preguntas en algunos de los posts leídos. Con las lecturas y los comentarios se va tejiendo una red. Participemos mucho o poco, esa red constituye una especie de 'extensión neuronal' para todos los que la usamos.
Decir 'amplió mi marco' realmente es decir poco. La locura de verdad es creer que se ha comprendido algo solo porque se le ha puesto una etiqueta. Imprescindibles las exposiciones de etiquetada, de Raúl y de Almu, la de los problemas que afronta un psiquiatra como Miguel, los repasos a temas centrales en psiquatría que hacen José y Amaia, los sarcasmos de Antonio, las cosas que los psiquiatras nunca te dicen, la serenidad de Maribel, la neuropoesía de Paco, la militancia de Hilari, el jardín sin muros de Esther, el proyecto de Jesús, los tantísimos que se rebelan al check-list como elemento único de diagnóstico, los profesionales de la medicina que abogan por un prescripción prudente, las que abogan por la tertulia para aprender unos de otros, ... y corto porque sino, no acabo el post. Pero antes, una mención especial al colectivo heterogéneo y heteróclito que sin embargo se mueve.
Veremos que damos de sí las neuronas y los corazones conectados en esta 'red de redes', confío en que se llega a re-dirigir la salud mental por mejores derroteros que los marcados por los mercados. Nos va la vida en ello.
Me ha emocionado el recorrido vital que cuentas, en esto del blog, y sobre todo en la fase previa. Me alegro también de compartir, en cierto sentido, camino en todo esto, en lo que, como tú dices, tanto nos va.
ResponderEliminarUn abrazo.
Emotivo y racional, bien informado y con opinión,.. has tenido una gran capacidad de condensación al escribir esta entrada -que expandida sería unos cuantos libros-.
ResponderEliminarUn placer ver como vamos cumpliendo años, como el dialogo nos da cada vez más palabras y más argumentos y sobre todo un placer el sentirse acompañado y poder hablar en el mismo idioma en este camino donde lo habitual es el monologo desde la atalaya.
Un fuerte abrazo y gracias por este año.
felicitats per aquest any! espero que siguin més que et portin a arribar a un port positiu, tot i que lo més important es el camí en si.
ResponderEliminar"Es reconfortante descubrir que, después de todo, no son tan descabelladas las opiniones que uno se ha ido formando respecto a las formas de atender la salud mental con que se ha topado", esto para mi al menos ha sido fundamental. Hace ya seis o siete años, cuando empecé con mi primer blog, lo hice esencialmente para poder seguir en contacto con algunos amigos que sostenían mi cordura en medio de un vacío absoluto, y la sensación de estar desconectado de todo y diciendo disparates. Eso es estar Alienado. Esencialmente es estar solo (la opinión profesional de mi mujer no cuenta, ya se sabe que el amor ciega...). No se si conseguiremos cambiar algo, pero desde luego para mi ha sido muy beneficioso encontrarme con algunos de los habitantes de la blogosfera psi. Ha valido la pena. Ahora, esperemos que ese beneficio se coordine con el resto del mundo, y las cosas mejoren.
ResponderEliminarHas dado en el clavo.
Abrazos.
Jesús.
Ains company... La veritat es que ha sigut un autentic plaer trobar-te per aquests mons (virtuals i reals). Només vull felicitar-te per el teu petit aniversari i recordar-te que tenim pendent unes canyes!!! Tant de bo no es facin esperar!!
ResponderEliminarUna forta i nikosiana abraçada!!
Gracias a tod@s, ¡¡ y que sigamos compartiendo camino !!
ResponderEliminarHola pere, últimamente me paro mucho en intentar empatizar con familiares, ponerme en su lugar, comprenderles. Esa parte la tenía olvidada, afortunadamente, porque mi entorno es cálido y desetigmatizante. Gracias a ellxs (pareja, amigxs, familia...)he podido con todo esto, y sigo pudiendo, con el miedo al brote siempre planeando, con el rechazo a los fármacos siempre firme, con la necesidad de expresar y comunicar a través del blog.
ResponderEliminarLos familiares, por mucho que digan los psiquiatras, sois terapeutas día a día, cuidado informal os llama la Ley de Dependencia, sostenedores de vida os llamo yo, como muchas otras personas que vemos el mundo como un sistema de interdependencias de cariño y cuidado, más allá de otras consideraciones. Como terapeutas tenéis, también, muchos modelos a elegir, y creo que tú, particularmente, buscas mucho para elegir bien.
Me alegro que en este buscar nos sigamos encontrando.
Felicidades por el blog!!!
Un abrazo fuerte!!
Releyendo el texto me di cuenta de que me refería a una actitud concreta de algunos familiares que mencionas, la derrotista, la acrítica con la información que reciben, la temerosa, la paternalista... Esa es a la que me refería cuando decía que se me había olvidado. En mi familia también se pasó por eso, forma parte del susto inicial, pero el tiempo pasa y las personas aprenden, si quieren hacerlo y/o alguien se lo facilita.
ResponderEliminarAhora ya me expliqué mejor.
Otro abrazo!!
Me ha encantado esta entrada. Felicidades por este gran blog!
ResponderEliminarTe dejo el tráiler de Take Shelter, una película maravillosa sobre el amor de los que están cerca de los que sufren (entre otras muchas cosas) : http://www.youtube.com/watch?v=I5U4TtYpKIc
Esther.