Empieza la semana y encuentro una serie de post interesantes en los blogs que leo a menudo. Sea casualidad, causalidad, o sincronicidad, creo ver conexión entre muchos de ellos. Entresaco algunas frases de los posts y/o de los comentarios. (estoy descontextualizando demasiado para citar ninguna fuente).
... Lo que domina el gallinero psiquiátrico es un cierto modelo bio-comercial basado en una neuroquímica simplona y cortoplacista, junto a intereses comerciales nada desdeñables.
... [esos psiquiatras 'biologicistas'] que les dicen a sus pacientes que sus padecimientos mentales son enfermedades del cerebro como la hipertensión ... Se puede ser muy biologicista y saber de que se habla y ser buena gente. O no. En el segundo caso el daño a terceros es inconmensurable. Y es una gran putada ser testigo de ello.
... Estos fracasos [las patologías mentales humanas] se deben a la incompetencia de nuestra mente para adaptarse a la complejidad que esa misma mente humana creó: me refiero al hecho de que la cultura que los humanos hemos inventado supera con creces a la capacidad de un cerebro individual de hacerse cargo de ella. Esta es con toda probabilidad el origen de los fracasos individuales a la hora de adaptarse a una realidad que en gran parte es una enacción, es decir un invento, una anticipación tal y como sostenía Francisco Varela.
... Lo que muchos no saben es que, como ha planteado el psiquiatra y premio Nobel Eric Kandel (1998), la psicoterapia y los psicofármacos pueden inducir alteraciones similares en la expresión de los genes y cambios estructurales en el cerebro. Es decir, que si damos una pastilla o hacemos terapia, los cambios cerebrales o incluso en la expresión de los genes, son similares. Los genes pueden variar su expresión en función de nuevos aprendizajes, lo que puede generar cambios en los patrones de las conexiones neurales.
... consideramos de suma importancia la necesidad de mantener vivas de forma simultánea las perspectivas humanista y biológica en el abordaje de las psicosis, así como de ir encontrando puntos de unión entre las distintas fuentes de conocimiento (biológicas, psicológicas y sociales) de cara a mejorar tanto los tratamientos como la comprensión de los trastornos psicóticos.
... Me fío poco de mi observación porque sé que estoy sesgado, no me fío de los boletines, no me fío (ni un pelo) de los laboratorios... Sólo puedo confiar en lo que me dice cada paciente (con su propio sesgo) y de la ficha técnica...
... la culpa de otros no disminuye en absoluto nuestra propia responsabilidad en el bienestar de nuestros pacientes y, en estrecha relación con él, la sostenibilidad de nuestro sistema público de salud.
Recuerdo algunos comentarios anteriores que se me quedaron grabados. Busco y encuentro:
... "Un psiquiatra puede ver a un paciente 4 ó 5 veces al año, durante una media hora aproximadamente como mucho, con agendas que a veces tienen 12 pacientes diarios".
En mi encéfalo algunas neuronas disparan neurotransmisores, se establecen conexiones y me viene a la mente el tema de la toma de decisiones en condición de riesgo y de incertidumbre.
El tema se ha estudiado bastante, sobretodo en el entorno empresarial y de las decisiones económicas (lo cual no significa -ni por asomo- que esté agotado). El planteamiento básico consiste en construir una matriz donde, en uno de los ejes se listan los 'universos posibles', y en el otro eje las posibles 'estrategias' que estimamos de posible utilidad. Es decir, por un lado listamos las diferentes maneras como podrían ser las cosas que ignoramos, y por el otro los modos de acción que se nos ocurren. En la intersección de cada columna y fila colocamos el resultado, es decir lo que ocurriría si la situación fuera realmente como la hipótesis y nosotros actuáramos según la correspondiente 'estrategia' (en el entorno económico se colocaría la cifra de pérdidas o ganancias correspondiente).
Creo un ejemplo ultrasimplificado pero que es, me parece, ilustrativo:
UNIVERSOS → ESTRATEGIAS ↓ |
Sólo existe ‘hardware': neuronas que funcionan bien o mal |
No hay discontinuidad entre ‘mente' y ‘cerebro' y todo es susceptible de estropearse y de arreglarse | Sólo existe 'software': conflictos internos, traumas no resueltos, etc. |
Le hincho a pastillas | Es lo correcto, no hay nada más que hacer | Pongo un cataplasma pero arreglo poco. | No arreglo nada, y al esconder las causas empeoro el problema |
Primero lo calmo con pastillas y luego le acompaño a encontrar ‘sus' soluciones | Arreglo poco, pero le hago la vida más soportable | Es lo correcto y lo más útil | Le causo el poco daño de una medicación innecesaria, pero lo pongo en vías de solución |
Le escucho, le sugiero posibilidades y le acompaño | No empeoro nada, pero tampoco arreglo nada. | Algunas cosas siguen sin arreglarse, otras se encaminan a la solución | Es lo correcto y lo mejor que se puede hacer |
A partir de ese tipo de tablas, diferentes autores abogan por diferentes métodos para la toma de decisiones.
La opción optimista es elegir la estrategia que puede dar el mejor resultado (independientemente de que según el universo que se demuestre real, pueda dar resultados desastrosos).
La opción conservadora es elegir la estrategia que da resultados menos dañinos sea cual sea el universo que se demuestre real.
Las decisiones que históricamente se han demostrado más adecuadas se corresponden con un criterio intermedio: adoptar la estrategia optimista cuando la situación es desesperada (poco a perder y mucho a ganar) y la opción conservadora cuando las cosas están bastante controladas (mucho a perder y poco a ganar).
Mira por donde, un rato después de 'publicar' este post, encuentro otro en una línea parecida (¿seguimos con la sincronicidad, o es que son los tiempos que corren?). Entresaco:
...el trabajo del clínico sería realizar un diagnóstico exacto, abrir su libro de recetas y elegir la receta que “científicamente” mejor se adecue al trastorno que tenemos delante (quedamos en que la persona que acompañaba al trastorno esperaba fuera). Yo, que soy un desarraigado y que además, no tengo costumbre de tratar con trastornos, prefiero a las personas. Me inclino más por la Guía Michelín que por los libros de recetas, que sí, que las recetas pueden estar bien, pero si no hay cocinero, mal vamos.
Curiosísimo el planteamiento, porque creo que hacemos lo contrario. ejemplo de poco a perder mucho a ganar:Patología mental grave de escaso apoyo social, familia multiproblemática: estrategia conservadora el biologicista lo pasará a trabajo social y el psicólogo pedirá que lo hinchen a pastillas.
ResponderEliminarPatología leve, buen apoyo social... El biologicista lo hinchará a pastillas y el psicólogo hará psicoterapia..
Si lo he entendido bien creo que hacemos justo lo contrario...
Esto es lo nuestro...
pues sí Miguel, la racionalidad no es lo más común en la realidad 'real' de todos los días (como habrás podido observar con tus propios ojos).
ResponderEliminarPor si te interesa el tema, ahí hay un ecrito de Fernando Aguiar que hace un repaso general al tema de la decisión:
http://digital.csic.es/bitstream/10261/7734/1/eserv.pdf
(en http://digital.csic.es/ hay más)
saludos,
Hola Pere, pues si, coincidimos, el tema causalidad y estrategias a seguir, nos invade a diario cuando nuestro trabajo es tratar dificultades y sufrimientos.
ResponderEliminarLa estrategia que yo más utilizo es la de acompañar sin suplir, la escucha activa sin el poder de la bata blanca, sustituir necesidades por deseos, admitir la disfunción para reforzar fortalezas.
El tema pastillas...la decisión es sólo suya.
Un abrazo
Hilari